Ciudad de México, México, 16 de agosto de 2018, México Ambiental.- Los gobiernos del mundo, la mayoría, siguen sin entender que los efectos devastadores del calentamiento global y su impacto en los patrones del clima son fenómenos vigentes que ya provocan problemas serios. Incluso, la organización alemana SOS Océanos en su Informe 2010 Viviendo con los mares, advirtió que los habitantes de las costas deberán replegarse tierra adentro por los efectos del cambio climático.
En un documento, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México aceptó también que los científicos del mundo, trabajan en modelos matemáticos desarrollados para entender y plantar escenarios ante la progresiva elevación del nivel del mar que propicia el cambio climático e impacta la franja donde coinciden la tierra emergida con la tierra sumergida en un continente o en una isla.
El Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC, 2013), desde principios de los años setenta, advirtió que dos factores han sido responsables de 75 por ciento de la elevación promedio global del mar: la expansión de los cuerpos de agua marina al absorber 90 por ciento del calor adicionado al sistema climático; y el agua que se derrite de glaciares y otros mantos de hielo y alcanza los mares.
En las costas mexicanas, de principios de los años cincuenta al año 2000 se encontraron evidencias de la elevación del nivel del mar en 17 sitios estudiados. En el Golfo de México el aumento anual varió entre 1.9 milímetros en Veracruz, Veracruz, hasta 9.16 milímetros en Ciudad Madero, Tamaulipas. En el Pacífico: Guaymas, Sonora, y Manzanillo, Colima, presentaron incrementos anuales de 4.23 y 3.28 milímetros, respectivamente (INE et al., 2008).
Amina J. Mohammed, vicesecretaria general de las Naciones Unidas, refirió en 2017 que para muchos países ribereños en desarrollo y pequeños Estados insulares en desarrollo, protegerse de peligros naturales como el aumento del nivel del mar es vital para mantener y recuperar la salud y la resiliencia de los ecosistemas costeros y marinos, como los manglares y los arrecifes de coral.
Consideró esencial reforzar la seguridad alimentaria, proteger los medios de subsistencia y preservar el desarrollo económico en general, para lo cual la pesca marítima genera puestos de trabajo para 300 millones de personas y contribuye a satisfacer las necesidades nutricionales de 3.000 millones de personas.
Pero la pobreza, aumento de la población, urbanización, contaminación del agua, deficiente salud, escasas instalaciones de saneamiento y mal uso de la tierra incrementan la vulnerabilidad de las poblaciones costeras.
En este contexto, la advertencia más seria es de la organización alemana SOS Océanos explica en su Informe 2010, “Viviendo con los mares”, que los habitantes de las costas deberán replegarse tierra adentro por los efectos del cambio climático, ya que ni grandes inversiones, incluso en países altamente desarrollados como los del norte de Europa, podrán frenar la elevación marina y la inmersión de localidades enteras, a lo que se agregan la contaminación y la sobreexplotación de los océanos que impactan profundamente al mayor ecosistema del mundo.