San Felipe, Baja California, México, 11 de abril de 2018, México Ambiental.- Al menos 32 ejemplares adultos y reproductivos del pez totoaba (Totoaba macdonaldi) fueron localizados muertos y atrapados en una red de 180 metros de longitud y a una profundidad de 15 metros por oficiales federales de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) en las proximidades del campo El Pescador, en San Felipe, Baja California, México. La totoaba es una especie endémica mexicana en grave riesgo de extinción que está protegida por las leyes ambientales locales y bajo un acuerdo de veda permanente en el Alto Golfo de California. Su vejiga natatoria o buche, a la que se le atribuyen propiedades afrodisiacas, tiene una alta valor en el mercado negro de China y otros países de Asia, por lo que se demanda crece lo que induce la pesca ilegal en el Mar de Cortés.
Este hallazgo de los ejemplares de totoaba, se presenta justo después de la localización del cuerpo sin vida de una vaquita marina (Phocoena sinus) el pasado 27 de marzo, por elementos de la Secretaría de Marina en una incursión para el retiro de redes agalleras de totoaba, precisamente. La vaquita era una hembra reproductiva de 40 kilogramos y 140 centímetros, que fue encontrada enmallada en una red totoabera y cuyo cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición y con signos evidentes de lesiones corporales. Este ejemplar sería el primer deceso del año de una vaquita que es la marsopa más pequeña del mundo y endémica del Alto Golfo de California, con lo que su población de 30 se redujo a 29 ejemplares en vida silvestre. Hasta ahora por cierto, ni el gobierno federal mexicano, el presidente Enroque Peña Nieto o Rafael Pacchiano Alamán, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, se han referido oficialmente a la muerte de esta vaquita.
Las totoabas enmalladas fueron encontradas durante un recorrido de inspección y vigilancia realizado el sábado 7 de abril en la zona de San Felipe, Baja California, por los oficiales federales de pesca adscritos a esa zona del Alto Golfo de California, quienes fueron apoyados por infantes de la Secretaría de Marina Armada de México y elementos de la División Gendarmería de la policía federal, pues la zona se caracteriza por el incremento en operaciones de pesca furtiva por habitantes de esta comunidad y por acciones de resistencia civil e incluso de violencia, pues los pescadores y sus familias no estás conformes con la veda impuesta para la protección de la totoaba, una pesquería tradicional de la que dependen cientos de habitantes de San Felipe y de comunidades de Sonora.
El operativo se orientó a localizar redes agalleras y de enmalle en el fondo del mar, así como palangres (una línea de monofilamento con carnadas en anzuelos a una distancia regular), colocados de manera furtiva en las inmediaciones del campo pesquero El Pescador, a aproximadamente una milla náutica de la costa de Baja California, cerca del puerto de San Felipe.
En el punto, los federales encontraron instalada a una profundidad de 15 metros, una red de seda color marrón tipo “totoabera”, de 180 metros de longitud total, 5 metros de altura y una luz de malla de 12 pulgadas.
Los oficiales de campo levantaron la red y descubrieron estos 32 ejemplares de pez totoaba atrapados en la malla con las agallas virtualmente destrozadas. Los federales estimaron que cada ejemplar pesó aproximadamente 20 kilogramos y midió 1.20 metros de longitud, en promedio. Se trata de ejemplares adultos silvestres con viabilidad reproductiva.
Después del aseguramiento y en virtud que la totoaba es una especie protegida catalogada en peligro de extinción, se procedió a poner a disposición de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA) los ejemplares de totoaba, enteras sin eviscerar, para que de acuerdo a su ámbito de competencias le den el destino final que proceda. Lo Profepa no ha reportado el hallazgo ni la destrucción de los cuerpos de los peces.
En un comunicado de prensa la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca confirmó que se van a mantener los operativos de vigilancia y retiro de redes y se aplicará la ley para inhibir la pesca furtiva y coadyuvar principalmente a preservar especies en peligro de extinción, como en esta caso la totoaba.
